sábado, 31 de marzo de 2012

nombres


Me gusta leer el catálogo de precios en los centros de depilación. No por los precios, sino porque formulan allí un pequeño tratado de anatomía. Un detallado mapa que guía a los geógrafos en el arte de producción de los cuerpos. Dan nombres. Nombrar es un acto político.

En eso pensaba, entregada ya a las maniobras de una delicada mujer silenciosa.

Considerando que no habíamos cruzado prácticamente palabra, me sorprendió con la pregunta ¿vas a hacer algo este fin de semana?.

La miré. Era linda, de una belleza casi oriental.

“Descansar” le dije

ecuaciones


De eso se trata. De eso suyo mezclado con eso mío que no es ni suyo ni mío. Eso que nadie se lleva cuando se vá. Eso que queda irremediablemente único en ningún lugar. Eso inapropiable, eso que ya es de nadie

jueves, 29 de marzo de 2012

escúpela


Cómo me ayudó un amigo hoy cuando en una breve charla me picó el boleto: “escupí a la venezolana que hay en vos. Largala” Casi lo ví en el gesto de golpearme la nuca. Gracias, es cierto, a veces se me atraganta una venezolana y me hace decir cada pelotudez.

Lo que me quedé pensando, es quién vendrá después de la venezolana. Porque yo soy una mujer muy acompañada. Con tal que no me llegue el hippismo, pensé.

(mientras busco una foto que ilustre, leo: “hace apenas unas horas terminó otra fracasada novela venezolana…” excelente.)


domingo, 25 de marzo de 2012

Primeros auxilios amorosos


Recueste al afectado sobre una mesa, un lecho de piedra o de papel

Afloje la ropa e imparta un golpe seco en la zona del corazón.

(Al revés de otras maniobras, la idea es que deje de latir)

Retire del cuerpo la víscera en cuestión y trátesela con los rituales y honores del caso.

El otrora afectado puede sentir al principio un leve mareo (como si el viento de la patagonia de repente le entrara a los pulmones) luego, propensión a deambular por la ciudad como si fuera un muerto vivo.

Muchos reportan que extrañan tener pulso.

Algunos haberse practicado heridas profundas buscando sangre en sus venas

Unos pocos finalmente se asimilan a la vida no-palpitante de las ciudades

(El aprendiz de enfermería deja por un momento de tomar notas y me mira preocupado. Yo intuyo su pregunta y le anuncio que la próxima clase versará sobre métodos no invasivos. Capítulo dos: Paso del tiempo. Maniobras)

miércoles, 21 de marzo de 2012

artesanías


"no hay nada peor que el amor en tiempos de duelo -me dijo-. El amor siempre es una peste, pero en tiempos de duelo, es peor". Felices de aquellos a los que se les dá por tejer al crochet, pensé.
Como si hubiera escuchado mis pensamientos, agregó: "pero en el amor hay otro. Y eso siempre es una potencia".
Fue como un zapatazo en el pensamiento. Qué bien, pensé, al pensamiento hay que aplastarlo como a una cucaracha a veces.

lunes, 19 de marzo de 2012

pausa


"...estoy un poco cansada del amor -me dijo-.Me parece que voy a descansar". No volví a verla hasta meses después.
Caminaba por la calle del brazo de un caballero, nos saludamos de lejos. A pesar de la penumbra creo que ella vió mi sonrisa inevitable.

Seguí caminando y a las pocas cuadras recibo un mensaje: "ya descansé".

A lo lejos me pareció escuchar aplausos, me di vuelta, pero no ví a nadie.

A veces la noche se pone triunfalista, y aplaude...
Yo qué sé.

viernes, 16 de marzo de 2012

amanezcan, que no es poco


Te despertás y el sueño está ahí, a dos centímetros tuyos, todavía vivo, palpitando.  
Tenés apenas unos minutos para entrar de nuevo a una casa que se está esfumando. Te enloquecés por recorrerla toda, por hablar con sus habitantes-fantasma todo lo que no fue dicho porque estabas dormida, soñando.
Corrés de una habitación a otra, querés sentarte en todas las sillas, probar todas las camas, dormirte en todos los sillones, leer en todos los rincones. Sabés que hacer eso es como asistir a una demolición programada y sin embargo lo hacés. Hasta que abrís la última puerta del último cuarto que te deja exactamente en la calle, desnuda e insomne con una llave en la mano que abre la puerta de ninguna casa de ningún barrio de ninguna ciudad.
Yo sabía que esto iba a pasar y lloro a más no poder.
Finalmente me levanto y a medio vestir camino por esta casa mía en penumbras.
Pongo la pava para unos mates, enciendo un pucho, me trago la llave que no abre a nada y empiezo a escribir hasta que amanece.
Escribo o eructo: “amanezcan, idiotas, amanezcan que no es poco”.

martes, 13 de marzo de 2012

tropecé de nuevo...


Estamos dispuestas a probar de todo: baños termales, psicofármacos, hormonas.
Con tal que alguien intente - y falle- extraernos la piedra de la locura.

sábado, 10 de marzo de 2012

y leo, y leo


Leo poetas que escriben la inmundicia del mundo

Y después toman vino para hacer arcadas

Aparte del gestito de asco

Aparte de leer en la basura

Ustedes qué hicieron por el mundo me pregunto

Ustedes qué hicieron por la ternura

casa


Ya no me muevo de casa

Acá tengo mi cocina

Mi tetera

Mi órgano reproductor

Ya no me muevo de casa

Acá llega el delivery

Directo a la heladera

Directamente Direct tv

Ya no me muevo de casa

Acá está la pastilla para el mal sueño

Las gotas para los ojos

Los ojos para mirar el mundo

Por la ventanita del feisbuk

Donde todo el tiempo pasan cosas

Se recibe se casa se pelea se chupa

Ya no me muevo de casa

Por acá todo el tiempo pasa alguien

Pero pasa de largo

No saluda no mira se enciende y se apaga

Con la velocidad del rayo

Ya no me muevo de casa

Salí una vez y casi me atropella el mundo

“cuidado” le dije y el mundo no tuvo cuidado

Ya no me muevo de casa

Y no soy un caracol.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Querido diario:



Si un borracho te saca a bailar una vez decís “no, gracias”

La 2° le señalás: “pero es que acá no se baila”

La 3°, con muy buena voluntad “es que soy coja”

La 4° le pegás un cabezazo, o le rompés una botella en la cabeza

Pero hay que respetar el orden, por favor

Hay borrachos que entienden a la primera

(De: Diario íntimo de una salida nocturna)

medicine man


Un hombre que ayuda es un hombre que se bate a duelo.

Que avanza en esa zona abisal de la mujer
con un cirio apagado en la mano
y se queda allí lo suficiente
-por lo menos hasta que amanezca-


Si el experimento resulta
tiene que ser repetido en cantidades necesarias
3 o 4 o mil amaneceres más

Hay que saber que en la repetición
no se logrará nunca nada,
y que esa nada es precisamente el asunto
el oro de los dioses
por lo que matan los reyes

sábado, 3 de marzo de 2012

Visiones


Me dijo: yo soy una mujer rara. El amor no me enceguece.

Visitamos a Casandra en medio de sus visiones. Después fuimos por unas copas y un poco de música.

Cuando ni el amor, ni el alcohol, ni las drogas te enceguecen, sólo queda ver.

Así que vimos.

Lo bueno de la visión nocturna es que el paisaje es mucho más violento y despojado. Todo está como un poco caído de escena, un poco más desencajado. Se ven los hilvanes y las costuras. Los arreglos de último momento. Y sobre todo, por dónde se va a romper.

Ya prefiero no asistir a ciertos rompimientos. No es un espectáculo recomendable.

Es preferible bajar la vista allí, poner un manto de piedad.

Vámonos, le dije

viernes, 2 de marzo de 2012


No estoy en ninguna liga de defensa de la vida animal, sin embargo estuve de guardia el día de ayer. Tuve que velar la agonía de un pichón de paloma en el dintel de mi puerta. Fui incapaz de apresurar los trámites, ni moverla de allí. Tampoco pude pedir ayuda a mis vecinos, de sólo imaginarme el diálogo

-Hola, ¿me puede sacar esta paloma del portón de mi casa?

-Y por qué no la saca ud?

-Es que todavía se mueve


Bien, me dije, pensemos, nos tranquilicemos (siempre somos varios en la antesala de mi angustia) ¿qué tanto puede durar esa agonía? Recordé las palabras de un amigo “no estamos allí para apurar el trámite”

En las horas que siguieron sólo pude constatar su pulso.

Y que todo llega, inexorablemente.

Hoy abro la puerta con cuidado, me fijo detenidamente. Ningún pichón de paloma agoniza en mi dintel. Me digo qué bien. Qué bien. Se escucha el eco de mis palabras en la espera y mis otros veladores y vigías convocados repiten…qué bien…qué bien, se saludan y se retiran de a poco.

Escribo en el Libro de Guardia: Hoy no se reportan urgencias. La naturaleza descansa