lunes, 30 de junio de 2008

el insomnio bobo




Me visita puntualmente a las 4:00 A.M. Lo reconozco porque es un insomnio manso, tonto, que me toca el hombro y se instala allí, como si tuviera una cita conmigo. Estamos un rato así, mirándonos, pero yo sé que no busca nada, no quiere nada, por eso le digo el insomnio tonto. A veces me da ganas de zamarrearlo y obligarlo a decir algo. Otras veces lo dejo estar, y me distraigo pensando en algo, repasando algo. Pero ni así, aunque lo ignore, se mueve. Un día de estos, me digo, me va a cansar. Y voy a provocar una estampida furiosa, y se va a tener que desparramar y juntarse en otro lado.... Pero desde su nada arbórea, me mira, impávido, manso, y vuelve cada noche a los pies de mi cama.

viernes, 27 de junio de 2008

debut en la trastienda




Finalmente debuté...las circunstancias no siempre acompañan el valor de la gesta. Me dormí plácidamente en un cómodo sillón mientras miraba un espectáculo. Cada tanto, me despertaba y veía gente distinta sentada a mi lado. Reconozco que siempre sentí un poco de pánico a dormirme a la intemperie de la mirada de otros, como abandonarme en un espacio público y el que pase entre en mí sin preguntar. Como una casa abierta, abandonada, con paredes húmedas que respiran esperando ser okupada. Mis acompañantes de turno, una santa y una doctora, afirman que yo fui el espectáculo. No me atreví a preguntar qué clase de espectáculo fui. Ya saberme mirada mientras estoy fuera de mí me resultó suficientemente perturbador.
Como todo debut, supongo