martes, 30 de septiembre de 2014

arte minimalista

Y vos que trabajaste tanto para tallar tu piedra

Sísifo

Tan preocupado tan temeroso por escapar al absurdo

Tan
Irritado por una obediencia tan contraria al amor


Que volvès a caer
Una y otra vez
Bajo el peso de tu miedo
.. Lo único que se ve es todo el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme piedra, hacerla rodar y ayudarla a subir una pendiente cien veces recorrida; se ve el rostro crispado, la mejilla pegada a la piedra, la ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de arcilla, de un pie que la calza, la tensión de los brazos, la seguridad enteramente humana de dos manos llenas de tierra.
Luego
Reclamàs al mundo
Que considere arte
A esa caída

Las musas están enfurecidas!
Tanto como yo!

No hay arte en eso:
Un rostro que sufre tan cerca de las piedras es ya él mismo una piedra.


Albert Camus y yo)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

inventos

Me inventé, es cierto, un momento del día que no es de nadie
Ni mío

Entonces escribo

sabrá ella




Cada vez que viene
Una vez por semana
Ella
Me tiende la cama
Me cambia las sabanas y me tiende la cama
Sabrá Ella
–Lo sabe-
Que espero con mi cama destendida 6 días
Seis días que pasan sin apuro

Sabrà 
Por qué  espero ese gesto suyo
Como un puente
Entre sus arreglos y mis desarreglos

lunes, 15 de septiembre de 2014

clavadistas

No sé si entendí mucho de lo que leí.
Sobre las figuras del amor.
“Lo leí rápido”, dije primero, “lo tengo que volver a leer”. “Estaba con la cabeza en otra cosa”. 
Cosas que uno se dice para no entender lo que acaba de entender perfectamente. Una sola imagen me quedo durante el resto del día. “Después la escribo. Después”. 
Seguí con mis trabajos, toda la tarde, hasta la noche. Cené. Estuve a punto de irme a dormir.
La imagen seguía ahí, esperándome: “lanzarse delante de”.
Mierda. Esas palabras leían algo de lo que yo había escrito unos días antes, renegando de la forma en que la gente le da a la matraca con el tema de la libertad. Vuelvo al texto:

“Y Lacan estaba al tanto de que el sujeto no puede despabilarse por sí solo. Mejor aún, pensaba que cada uno no encuentra su libertad sino porque un otro, lejos de ser indiferente al prójimo, lejos de querer “respetar” la libertad del prójimo, se encontrará dirigido hacia la libertad del prójimo, se lanzará delante de esa libertad.”

Ah, no hay de qué disculparse, pensé. Qué alivio

sábado, 13 de septiembre de 2014

cultivos

Estaba entre que me quería dormir y no podía así que 
me puse a pensar algunos pensamientos  
-ese pasatiempo favorito-
Armé lindas imágenes, acomodé un par de escenas 
– todas para mi más absoluta satisfacción- y ya sentí ese talante que me empuja a escribir y que me alegra tanto aunque a veces sea triste.
Me estaba por hacer un té y vi de repente todas las bolsas de papel ordenadas en la cocina cada una con su nombre escrito con birome o fibra (a lo mejor los escribe la empleada de la herboristería pensé). Todos son nombres graciosos palo amarillo cola de caballo incayuyo y me acordé que mi hijo me pregunta che pero esas cosas no generan dependencia y yo me reí de su pregunta tan grave ojalá la gente supiera más de qué depender, y fuera más precisa en encontrar esas cosas y cultivarlas y agradecer las dependencias y dejarse de joder con darle tanto a la matraca con el tema de la libertad. Cuando lo vea de nuevo le voy a decir: todos dependemos. La gente que está tan preocupada por no depender de nada son los pelotudos que todavía no encontraron lo que les viene bien. (A lo mejor puedo obviar el "pelotudos" no le gusta que diga tanto pelotudo) Asì que a cultivar dependencias, mi amor, y hacerlas rendir. Para la más absoluta satisfacción.  Así como vos compones música y tocàs y yo escribo. Asì.  

miércoles, 10 de septiembre de 2014

loneliness



En algún lugar de todo este quilombo tienen que estar. 
Las palabras. 
A veces guardo tan bien las cosas. A veces las escondo. Me inspecciono la boca y adentro está la lengua. Pero no están las palabras. 
Será cosa de darle a la primera letra, pienso. Me siento frente a una computadora en blanco y están las letras en el teclado y los dedos que van sobre las teclas también están, y sólo tengo que copiar lo que estaba escribiendo en un cuaderno. Transcribo un par de oraciones. 
Hice todo lo que podía hacer con una celeridad inimaginable para mí, pienso. Me ocupé de las cosas. Ahora estoy haciendo tiempo. Hasta que lleguen las palabras. 
Sé que están escondidas perras miedosas. 
Yo también fui una casa sola. 
Y tuve miedo.