No se nos ocurre nada salvo seguir juntando tierra y cansancio. Prendo un pucho y pienso que estamos bajo este cielo torvo, carente de guiños. Que extrañamos la bulla de un mundo donde pasan cosas y que se vuelve ensordecedor cuando no pasa nada.
Que a veces no se quiere dejar de querer. Porque querer hace compañía.
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