Dos.
Con los ojos vendados.
Un palo en la mano.
Tratando de acertarle a una piñata.
Supongamos que algunas veces aciertan
Y es la felicidad
Pero un buen número de veces,
Por no decir la mayoría
Sólo reciben
Como recompensa
Palos en la cabeza
Que no saben de dónde vienen
Pero intuyen, cada cual
Que ese palazo
Fue un error de cálculo
Así que insisten
En el logro de alguna precisión
Se dan instrucciones
Planean la acción
Ya son equipo
En algún momento la venda cae
O cae abatido alguno de los dos
Como sea esto detiene el juego
Llenos de moretones
La cabeza una masa sanguilonienta
Se miran partir
Hasta que uno se da vuelta y lanza
-¿mañana a las 7, de nuevo?
- sí, dale
3 comentarios:
ah, l'amour l'amour
Yo pro eso juego solito. Un día soy la piñata y otto día soy el que me pega.
sí. L´amour, anónimo.
Muy ingenioso Jedi. Igual, tiene una cierta mística que a las marcas te las haga el otro. Dejarse marcar :)
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