martes, 6 de noviembre de 2012

faltante



Sí a veces hay que ser consolado
Hundirse con una ristra de tristeza atada al pié
Sin cortar la cuerda
Perderse junto a todas las cosas que naufragaron
Y que descansan inconjuntas alla abajo
Ahí yacen
Los pianos
Las cartas
Las fotos
Los fondos de la mar son amplios
Devastadoramente extensos
Nadie limpia esos patios
Nadie los desmaleza
Nadie planta tumbas allí
Yo veo gente vomitar agua salada
Regurgitar pianos
Gente como verdaderos enterramientos humanos
De lo que alguien dictaminó sanitariamente perdido
Yo veo gente llorar agua salada
Maldecir hasta echar espuma por la boca
Gente parada en los muelles
Esperando
Que le devuelvan su pasaje
Eso que venía hacia ellos
Hasta que dejó de venir
Sí.
También somos esa mitad del pasaje que nunca llega.
Y sí. No hay consuelo.
Ahora digo no necesitamos consuelo.
Sólo que alguien se detenga en un gesto de conteo y pueda decir: "sí, eso falta". Eso nunca llegó. 

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