miércoles, 7 de noviembre de 2012

baratijas


Me desperté de un sueño con una especie de revelación.
Yo exclamaba algo así como: Siiiii…al menos eso!
Me ví la cara al espejo mientras me cepillaba los dientes.
Estaba francamente entusiasmada.
Como uno es un bicho jodido nunca se conforma: ¿y entusiasmada por qué?
Revolví en el sueño. Nada. “…al menos eso” era lo todo lo que quedaba.
Ni modo de saber qué era “eso”.

Qué decir.
Otro entusiasmo barato.

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