Inocentemente volví a la
lectura de verano: Moby Dick. Capítulo LXXXIX: Pez amarrado, pez suelto: sobre
las leyes y reglas de la caza de ballenas. No hay nada escrito, pero se sabe:
1) Un pez amarrado pertenece a la parte que lo amarra.
2) Un pez suelto es buena
presa para el primero que lo atrape. Cuando todo parece tan sencillo, viene la
pregunta ¿qué es un pez amarrado? ¿qué es un pez suelto?
Interesantes
disquisiciones se van desgranando: ¿qué son los músculos y las almas de los
siervos rusos y de los esclavos republicanos sino peces amarrados, cuya
posesión es la totalidad del derecho? ¿Qué es para el rapaz propietario el
último céntimo de la viuda sino un pez amarrado?
¿Qué son los derechos del
hombre y las libertades del mundo sino peces sueltos? ¿Qué son todas las ideas
y opiniones de los hombres sino peces sueltos?
¿Y qué eres tú, lector,
sino un pez suelto y también amarrado?
Cerré el libro con fuerza.
A ver, Melville, qué saben las bestias de los arpones que llevan clavados???.
Salvo algún ardor, algún cosquilleo que nos lleva a abrir de nuevo un libro
¿¿qué sabemos??
(Hecho mi descargo de
presa, volví con la mayor docilidad a ubicarme a tiro del arpón)
1 comentario:
queremos más escritos.
con premura.
gracias
Publicar un comentario