sábado, 3 de marzo de 2012

Visiones


Me dijo: yo soy una mujer rara. El amor no me enceguece.

Visitamos a Casandra en medio de sus visiones. Después fuimos por unas copas y un poco de música.

Cuando ni el amor, ni el alcohol, ni las drogas te enceguecen, sólo queda ver.

Así que vimos.

Lo bueno de la visión nocturna es que el paisaje es mucho más violento y despojado. Todo está como un poco caído de escena, un poco más desencajado. Se ven los hilvanes y las costuras. Los arreglos de último momento. Y sobre todo, por dónde se va a romper.

Ya prefiero no asistir a ciertos rompimientos. No es un espectáculo recomendable.

Es preferible bajar la vista allí, poner un manto de piedad.

Vámonos, le dije

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Poético y misterioso comentario nocturnal el suyo. Disculpe que hoy no tenga mejores palabras para describirlo. Salud! (es un decir)
Firma: Elegante En-El-Bazar (se ha convertido ya en nombre cuasi medioriental)
//Hoy lo dejo así por amor al fallido: toqué la tecla 'g' en vez de la tecla 'f'// Pero volveré a mi antiguo nombre con ¡f' apenas haya ocasión.

Anónimo dijo...

Poético y misterioso comentario nocturnal el suyo. Disculpe que hoy no tenga mejores palabras para describirlo. Salud! (es un decir)
Firma: Elegante En-El-Bazar (se ha convertido ya en nombre cuasi medioriental)
//Hoy lo dejo así por amor al fallido: toqué la tecla 'g' en vez de la tecla 'f'// Pero volveré a mi antiguo nombre con ¡f' apenas haya ocasión.

claudia huergo dijo...

un elefante elegante!!! me mató!!! jaja

claudia huergo dijo...

ah, faltó decir: la ocasión hace al ladrón