lunes, 22 de agosto de 2011

HIS MAJESTY




Será que el mundo tiene reservadas para nosotros dos o tres imágenes, dos o tres frases luminosas como todo aporte a nuestra ignota y efímera existencia?
Cuando dejamos de esperar mayores signos, algo que se parezca finalmente a una reverencia, un reconocimiento por parte del mundo, nos vienen muy bien esos bares al paso, curiosas reservas espontáneas donde florecen racimos de sabiduría callejera.
En la parada del colectivo hablaba por teléfono intentando convencer al otro de que no era el momento. Sin mucho éxito, por lo repetitivo de los argumentos. Hasta que en un momento, le espetó: “ya sé que me deseás, mi amor, pero tus deseos no son órdenes”.

2 comentarios:

José Vidal dijo...

epifanias... Joyce andaba con una libreta y cada cosa que escuchaba en la calle la anotaba para luego con eso ir haciendo su obra. Pero hay algo de enojo en esta escritura, desde el título, diatribas (RAE: (Del lat. diatrĭba, y este del gr. διατριβή).
1. f. Discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo). Con un poco de paz estoy seguro sería maravillosa.

claudia huergo dijo...

si gusta de las diatribas, you are welcome, José. La paz no está con nosotros, es cierto. Pero vamos, que la paz tampoco es la maravilla... es más, a veces, hasta es un infierno :)