jueves, 5 de mayo de 2011

blind as a bat



No importa qué se diga. Siempre hay un momento del encuentro donde las palabras son apenas ondas sonoras. Se habla midiendo la distancia al otro. La palabra como onda sonora que rebota en la superficie del cuerpo del otro.
Leo: "los murcielagos radian un sonido de alta frecuencia para detectar objetos a su alrededor. La reflexión de estos sonidos le permite trazar un mapa de su entorno".
Ah, es como un vuelo asistido, pienso.

Estaba mal dormida y bastante nerviosa pero no soy ciega. Así que quedaba el ojo.

Nos acercamos varias veces a esa última frontera, asomándonos.
Entonces llegaba un roce leve de las manos haciendo espera

No hay comentarios: