No me interesan
ni sus casas, ni sus cosas.
Tampoco sus hijos, los trabajos, las vacaciones.
Los matrimonios últimos o pasados.
Y no porque crea que
hay cosas más interesantes.
Esto es así desde siempre.
No hay motivos.
Nadie me hizo nada.
Cuando algo me interesa, tampoco hay razones.
Sólo hay detalles.
Sobre la velocidad de un mundo circundante,
el trabajoso recorte
del detalle.
Qué les puedo contar que les interese.
En estas vacaciones saqué un sapo que estaba entrando a la
casa.
Lo hice con una escoba,
con cuidado.
El sapo se hizo pis, hizo su daño,
y siguió a los saltos por el patio.
El chico que limpiaba la pileta vio toda la escena.
No intervino.
Cuando lo vi mirar,
Cuando lo vi mirar,
se sonrió.
Entonces apareciò algo
nuevo, precioso.
El hondo detalle
de su no intervención.
2 comentarios:
Sos brillante
...si ud lo dice. ;)
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