viernes, 17 de octubre de 2014

orillesè

Tengamos en cuenta la orilla. Nadamos. Cada tanto miramos la orilla. De reojo como se miran las cosas que se van a perder.
Mucho màs me gusta pensar que fuera como recibir una orden: orillesè. 
Ahí nos piden los papeles, que siempre son insuficientes. 
Y aleteamos un rato fuera del agua.

(Todavía me estoy riendo con la ocurrencia de mis coterráneos: conjugar el verbo orillar.)


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