lunes, 10 de febrero de 2014

eso que se mueve y no soy yo





Así buscara sólo el sol del mediodía.
Así dispusiera todo –sombrilla, reposera, lentes oscuros-
Así me mudara al trópico
Caería la tarde /que no sabe hacer otra cosa que caer/
Llegaría la noche
Y nada tiene eso que ver conmigo
Ni con mi amor al sol

Es que la tierra se mueve.
Y no es mi movimiento.

Para los que creen que todo es caminar.
Que el mundo se reduce a sus pasos.

Hay otras cosas que se mueven.
La tierra ¡la tierra!

Sugiero: tener vista la noche.
Un cuadro de alguna noche
Por caso, Terrazas del café, de Van Gogh
(No amo la noche pero me gusta ese cuadro ¡qué suerte que alguien lo pintó!)
Ese cuadro me acompaña.

Y las sombras de la tarde?
Pueden ser un alivio.
Un respiro al amado sol del mediodía.
Y decir, ah, llegó la tarde.

Ya tengo noticias
De algunos ritmos
De lo que se mueve a pesar mío
Pero no es lo mío
-supongamos con que insisto en que lo mío es el sol del mediodía-

Ya tengo un cuadro que me gusta
Y un alivio
Cuento con eso
Aprendo a amar algo de lo que se mueve a pesar mío.
Un día me encuentro diciendo
Qué sé del amanecer
Nada
Sé que amanece

Pregúntenle al que sostiene alguna vigía
Les va a decir
Amanece: y no es poco

1 comentario:

Pichon dijo...

https://www.facebook.com/Calabaza.yotellevoenelcorazon