Mis amigos gustan de presentarme situaciones dilemáticas
esperando quizá alguna iluminación. Roberto me explica que ama a la srta A y a
la srta B por igual. Que se le presentan los problemas clásicos y que han
intentado por supuesto las soluciones clásicas, entre otras, pareja abierta. El
problema, dice, es que A pone sus condiciones. El puede liarse con todo el
abecedario si quiere, menos con B. Yo le explico que es bastante lógico, que ni
siquiera es un problema moral: en el campo del amor como en el campo de la materia
dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar simultáneamente. Impenetrabilidad
de la materia se llama esta propiedad. Me discute, hago para él el experimento clásico:
un vaso repleto de agua. Le metés una piedra, y se desborda.
"Sí, si, A está un poco desbordada, acepta. Pero insistimos"
No puedo ya sino pensar en la tenacidad de los
cuerpos, otra propiedad de la materia que algo debe tener que ver con la insistencia.
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