jueves, 20 de octubre de 2011

las horas



Pensé que necesitaba un reloj, y entré a un dudoso local de la Galeria Espacio. Me gustó uno, y no andaba. Bueno, este otro entonces. Tampoco. Y así un tercero, y creo que podría haber seguido probando todos los de la vidriera, y que ninguno iba a funcionar. Me agarró un ataque de risa, frente a la vendedora que trataba de simular alguna perplejidad frente a lo que no le interesaba en lo más absoluto.

Después de todo, pensaba mientras salía, una relojería donde los relojes no funcionan sería un buen lugar donde descansar de las horas.

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