viernes, 19 de diciembre de 2008

sin apuntador


Después del cuarto llamado en la semana, una vez anunciándome que no habría combustible, otro que cortarían la luz, algo más sobre rentas y los vencimientos, llegué a la conclusión que funciono casi como una persona normal porque tengo buenos apuntadores. Es cierto que se me va la letra. Que tengo blancos que duran a veces semanas. Hasta que finalmente alguien me ve navegando a la deriva, y agarra el guión y me dicta lo que sigue. Lo difícil de determinar es qué pasó en la última década. O el apuntador se quedó siempre en la misma página, o se murió y yo no me di cuenta….el hecho es que de algún modo me ví arrojada a la improvisación. Mientras todos afirman que el show debe continuar, yo ensayo notas sobre un instrumento desconocido para mí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que maravillosa sería la vida si pudiera ser improvisada a tiempo completo, lástima que tenemos que cumplir con...esto y aquello. Inteligente sería tener solamente un mínimo de demandas de las inneludibles.
Que tonto son los consumistas

claudia huergo dijo...

ud lo dijo anónimo. Es un vértigo que no se satisface en ningún objeto, sólo ansía movimiento, conexiones, más conexiones.