sábado, 27 de diciembre de 2008

arde troya

alguna vez, alguna, contemplemos la posibilidad de ir dentro del caballo.

Cada vez que algún nuevo aparato con tecnología de punta entra a mi casa, bajo la promesa de revolucionar mi vida, o traerme algún beneficio insopechado hasta entonces, pienso esto: qué trae en sus entrañas. Me dura unos instantes, y me conformo pensando que ya no tengo edad para ponerme a desarmarlo y descuatizar con curiosidad su anatomía. Aunque debería, por dios que debería.

Pero entonces, a falta de una estrategia defensiva, porqué no una ofensiva, me pregunto. Ir dentro del caballo en lugar de ser siempre el consumidor final que rie y festeja y se emborracha casi como un salvaje excitado alrededor del quieto artefacto que respira pausado esperando su hora. Para luego, irremediablemente, sorprenderme a mitad de la noche ....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

consumir lectura es atrapar y deglutir, en parte , al autor. Ser autor es ponerse a disposición de algún goloso, si tienes la suerte de caer en sus manos.

claudia huergo dijo...

anómino: no sabe lo feliz que me hace su comentario. Hace años que espero el momento de poder decir,"la mesa está servida". Sólo que no soy la camarera ni la mucama ni la anfitriona. Apenas hablo desde el orillo de un plato,camuflada entre los tomatitos cherri. Bon apetit