viernes, 4 de julio de 2008

masoquismo erogeno


hoy, mientras almorzaba en un restó con amigos, me hice robar. No encuentro otra forma de calificar mi conducta. Presento las pruebas:



  1. A- ya he sido víctima de robo similar. Eso mínimamente tendría que decantar en experiencia


  2. B- ví frente a frente a mi verdugo. Pensé: "este me va a chorear". Frente a esta evidencia ¿qué fue lo que yo hice? Corrí dos centímetros la mochila. Nada más. No fui capaz de alzarla del piso. No fui capaz de ponerla en mis rodillas, o simplemente con un giro de 180º ponerla del otro lado de la silla. La mochila que amo. Las llaves del auto al que amo poder entrar cuando funciona. Las $500 amorosas lucas que no sé cómo llegaron a juntarse allí. El quintuplicado de DNI que viene siendo sistematicamente extraviado o robado (extraviado también es una forma de autorrobo.) Si con toda esta evidencia y vivencia acumulada no fui capaz de hacer un mínimo minué sensomotor, un básico destello neuronal, un espasmo de cosa que está viva... Ya no sé que esperar de mí. Sinceramente. Cuando todos pensaban que lloraba por la pérdida, yo contrabandeaba en ese llanto el desencanto frente a la peor noticia que he tenido de mí en bastante tiempo: constatarme en esta forma informe de encontrar satisfacción en mi perjuicio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

esta ud en su sano juicio o disfruta de semejante desgracia tan anticipada? Que opina su terapeuta el respecto? o nomás le dice "mmm", "ajá", "mmm"...

claudia huergo dijo...

mire hice una ronda de consultas y en general me dieron buen pronostico....yo tendria que ir a reclamar, no?

Anónimo dijo...

creo que debería, ud sabrá qué le place más, amiga.