martes, 8 de mayo de 2012

pequeño ofidio cumple años en el mas allá



      Le escribo estas líneas en vísperas, anticipando el embole que debe ser cumplir años en el más allá. Es su segundo cumpleaños sin Ud. 
Pensé en regalarle una vincha de tenista y un equipo deportivo, atenta al atuendo con que se manifestó la última vez según las anotaciones de la soñante González. Nos desternillamos de la risa con su ocurrencia, le confieso. Apelar a ese vestuario estrafalario sólo para figurar la ridiculez extrema de no tenerla entre nosotros. 
En fin

Pasemos a las novedades.
Aquí nuestro grupúsculo le sigue dando batalla al tedio. Amamos y desamamos reglamentariamente. Nos juntamos, nos separamos, escribimos, nos mudamos, triunfamos y fracasamos cuidando siempre de dejar ese casillero suyo vacío.

Aprovecho para contarle también que me voy unos días a Lisboa, pienso tomar unas clases de mediumnidad acelerada con un tal Fernando Pessoa. Nada que impresione le prometo. No habrá ojos en blanco ni espuma por la boca ni escritura automática. Apenas ejercicios de lectura asistida que me hagan saber si cuando la escribo la estoy recordando o la estoy inventando. A veces ya no lo sé. Los recuerdos se desgastan con el tiempo. Y uno con tal de conservarlos va coloreando la foto. Felicitemé,  al menos no estoy agigantando su recuerdo. Llevo una agrimensura exacta del lugar que ocupaba.
Aquí le dejo dos regalos: el clásico (1) y un bonus track (2) 

       1)  Un vaso de whisky en la mesada para que calme su sed camella 
 2)   Un secreto que le debía: me preguntó cómo hacía para limpiar el rallador de nuez moscada, y nunca se lo dije: no lo limpio.



Chin chin
Feliz cumpleaños
Pequeño Ofidio
Doctora de Alturas
Cartógrafa de Infiernos
Habilitadora de mundos