
Le iba a consultar con un diagnóstico hecho, es cierto. A los médicos no les gusta que uno ya sepa qué le pasa. Siempre quieren saber más que uno. Así que soporté el interrogatorio con resignación. Preguntas de rigor, supongo. Ahora, me sorprendió mucho una: ¿sos muy amiga del bidet? La cercanía con la zona afectada explicaba en parte la pregunta, pero…
¿¡¡sos muy amiga?!! El detectó mi sorpresa y agregó: por razones de higiene, claro. Ahí ya era el bochorno total. Tratamos de salir del apuro como pudimos. Espero que la indicación de 10 dias de antibióticos no sea el castigo por las malas amistades.