Lavand es un filósofo. Un mago. Un exégeta que interpreta el
texto milenario de la ilusión.
Yo podría ser su aliada. Su secretaria. Su mano derecha.
Fascinada por esas repeticiones.
Aplicada a su fórmula de la lentitud.
Podría no parar hasta hacer de su fórmula
Una filosofía aplicada a todo el volumen molecular que se
moviliza en una caricia.
Una filosofía aplicada a todo el volumen molecular que se
moviliza en una caricia.
No parar hasta inventar un lentificador que actúe sobre las partículas
del placer.
del placer.
Yo, demorada en cada repetición.
(Porque quizá se pueda hacer más lento).
6 comentarios:
Se me presenta la frase de Nietzsche “lo que no te mata, te fortalece”.
Pero en este caso, no sólo se trata del después (del posterior crecimiento),
sino del aquí y ahora, del mismísimo naufragio.
Hace un tiempo que la leo, Licenciada.
Una persona – que usted conoce – me dijo que este blog era buena medicina.
Estaba en lo cierto.
E
Perdón, el comentario corresponde al post anterior.
E
gracias por su comentario, E. Y sí, tengo licencia :)
Me hiciste pensar; en las repeticiones nos demoramos todos, es inevitable. No se puede hacer más lento es un juego de ilusionistas. Hay repeticiones que tienen que ver con lo real sin ilusionismos
Rocío
menos repite dios y más perdona
Que genia!
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