le estoy hablando hablando hablando a tu corazòn y no funcionan los micròfonos
Watson aporta muchas pruebas últimamente, lo que ha hecho proliferar distintas vías de investigación. Frente a la idea de que en la proximidad no necesitaríamos dispositivos para comunicarnos, -como si la cercanía del cuerpo del otro contuviera la garantía de un acceso directo, sin mediación-, yo hice un sueño. Un sueño donde alguien se acercaba mucho para hablar, pero tenía un micrófono, una cucaracha que amplificaba la voz como si estuviera hablando desde lejos. Se escuchaban ruidos de acoples y de vez en cuando alguna palabra. Nadie entendía nada, pero todos hacíamos un gran esfuerzo por entender. Por encima del ruido, del indiscutido gesto de hablar, por encima de todos los esfuerzos, sobrevolaba una intuición: incluso en la construcción del lenguaje más íntimo, (o sobre todo allì) no dejamos de hablar pour la gallerie.
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