No es difícil pensar que el tirón en
el abductor que me tuvo rengueando estos días haya buscado mientras
dormía una imagen para escribirse. Yo registraba una gran apertura,
esa era la imagen, o todo lo que quedó del sueño.
En otro plano, más simbólico, eso
daría cuenta de una gran flexibilidad de movimientos. Una apertura
extrema para mí.
Esta mañana mientras hacía mis
ejercicios de estiramiento noté que el dolor persistía, y recordé
el sueño.
Conclusiones preliminares:
- Hay un cuerpo organizado todavía de cierta forma “clásica”.
- Hay unos movimientos que tensionan esas formas
- Hay una imagen de las flexibilidades que serian necesarias para tolerar esas aperturas
Hipótesis de investigación : El
dolor no es un castigo. Mas bien un recordatorio de la distancia que
queda por recorrer para poder moverse así.
P/D no se por qué el CONICET todavía
no está subsidiando esta investigación. O pagándome la osteòpata
x lo menos.
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