Volví después de 2 años a visitar a PAI MEI. Encontré
su consulta algo cambiada. Un habitáculo más, con una nueva camilla. Estaba más charlatán, la vida lo había atravesado distinto. Yo
también estaba algo cambiada. No me duele todo el tiempo, le dije. Sólo con el
cambio de posiciones. El emprendió sus maniobras habituales, yo gemí levemente de
dolor pero ya no me inundó el llanto. Estoy más sabia, PAI, ya no emprendo
contra lo que hace resistencia con el puño cerrado. Encuentro placer en el
descanso. Ahora uso una lima de uñas para perforar la piedra. También me hice
de otros acompañantes. Ya sé de dónde tengo que sacar la fuerza. Todo esto fue
dicho sin mediar palabra.
Bibliografía de consulta:
http://perorataya.blogspot.com.ar/2011/04/some-pain-with-pai-mei.html
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