sábado, 26 de noviembre de 2016

When God came down to earth, he could not deal with the gypsies



Una gitana, gitana. De las que se roban bebes, joyas de la abuela. De las que leen las líneas de la mano. Las que escupen y lanzan maldiciones que te persiguen por 3 generaciones. Esas.
Y yo ahí, indefensa, en la playa, tirada en la arena, semidormida, con toda la mochila desparramada. Solo quería venderme un llavero, según ella. Un llavero con un ojo de la suerte. O a lo sumo pedirme un cigarrillo. O una moneda. O algo.
Yo dije no, y cerré fuerte los ojos. El único gesto que podía ponerme a salvo: dormir.
En mi familia, se dormía la siesta bajo amenaza.
Un día las gitanas te encontrarán, decía mi abuela. Te sacarán un ojo, y te venderán a un circo.

Duerme niña.
Duerme.

lunes, 14 de noviembre de 2016

quieto o disparo

Me gusta la gente alusiva.
Las alusiones me han salvado la vida, siempre
Una vez no sabía si darme por aludida
hasta que aplasté el gusano de la duda:
actuemos como si todo nos estuviera dirigido
-me dije-
Y enseguida me pasaron por encima
1 delivery
2 camiones
1 tormenta eléctrica
la cuadrilla de epec
1 maratón del día de la madre.

Entonces mejor no
 –me dije-
no todo es personal.
Desensillemos.

O desenfundemos.