jueves, 28 de noviembre de 2013

chicharra (Cicada rubrilineata)




Tardes-noche de calor
Las chicharras zapateando en las hojas de los árboles
En la sogas de tender la ropa
El criiiii sostenido pegajoso como el aire caliente




Pocos sonidos me recuerdan tanto la infancia
-Y miren que yo no extraño la infancia-
Pero la reconozco cuando se presenta
Cuando un sonido la dibuja como una mano aviesa
En sus contornos
Y aparece
El paisaje que le corresponde:

Un patio de tierra
Que se riega a manguera
O a baldazos

Una morera
Con uno de sus brazos verdes
Sosteniendo la chapa que hace de techo al auto

Ese era el paisaje
Donde se desataba la cacería
Yo las buscaba por el patio
Siguiendo el sonido
Era tan fácil aplastarlas
Cajitas crujientes
Era tan fácil derribarlas
Pequeños artefactos de vuelo sonoro

Hoy me encuentran ellas a mí
Me toman por asalto
Y lanzan desde el espacio aéreo
Su molotov de memoria

(Entre los escombros que deja el bombardeo aprendo a extrañar)

jueves, 21 de noviembre de 2013

a otro perro con ese hueso



No puedo con mi genio
Muerdo la mano del que me da de comer
Pero como un gesto inadvertido,
Para nada malicioso
Me dan la mano y subo hasta el codo
Y si está rico
Avanzo al pescuezo
Y porqué no
A la yugular

Muchos ya no me dan nada
Otros que todavía me quieren
Me tiran algún mendrugo
Por entre los barrotes



En esta cárcel voluntaria
Paso mis días
Y mantengo a raya así
Mi mal genio

Yo no tengo la culpa de no haber sido beneficiada
Con un genio bueno
De esos que salen de la lámpara
A cumplir deseos
Cuando uno la frota

Igual pienso qué clase de idiota
Es el que cree
Que nada le puede ser quitado
Que reserva
Como si se tratara de tesoros
Una mano
Un codo
Una costilla
Un corazón

Adónde pensará llevarse sus partes
A qué parrilla excelsa en el más allá
Creerá  que están destinadas sus achuras

Agradezco a los amigos que me quedan
Que me disimulan la mordida
Que insisten en presentarme como un animal inofensivo

Yo sigo pensando
Que habría que ajusticiar al infame
Que hizo cotizar tan alto en bolsa
La nada que portamos

Si es sabido
Que los fuegos del infierno
Arrebatan todos los asados
Y que en las nubes de aquel cielo
Sólo moran 
Almas veganas


lunes, 11 de noviembre de 2013

equipo



Dos.
Con los ojos vendados.
Un palo en la mano.
Tratando de acertarle a una piñata.

Supongamos que algunas veces aciertan
Y es la felicidad
Pero un buen número de veces,
Por no decir la mayoría
Sólo reciben
Como recompensa
Palos en la cabeza
Que no saben de dónde vienen
Pero intuyen, cada cual
Que ese palazo 
Fue un error de cálculo

Así que insisten
En el logro de alguna precisión
Se dan instrucciones
Planean la acción
Ya son equipo

En algún momento la venda cae
O cae abatido alguno de los dos
Como sea esto detiene el juego

Llenos de moretones
La cabeza una masa sanguilonienta
Se miran partir
Hasta que uno se da vuelta y lanza
-¿mañana a las 7, de nuevo?
- sí, dale

sábado, 9 de noviembre de 2013

pequeñas plegarias




Rogá que no te llueva justo
Rogá que no sea uno de esos días grises

O peor!
¡Rogá que el sol no esté radiante!
¡A pleno!
Con las plazas llenas
De gente iluminada

Rogá que no pase nada
Pero nada
Que ni una leve arenisca
Se suelte del revoque
Que a las canillas de la casa no se les ocurra
Perder una gota
Esos días

Rogá que nada caiga
Ni una lágrima
Ni una florcita del jazmín
Ni una tarde

Rogá que ni un raspón abra
La piel en esos días
Y se desprenda
Una gota de sangre

Rogá que nadie te llame
Para pedirte nada
Y se le ocurra así
Esperar que te desprendas
Aunque sea de un gesto

Porque esos días
Nada puede caer
Nada puede desprenderse
Nada se puede abrir y chorrear
Nada se puede soltar

Son días de acopio
de reserva

Días de vendaje
Días en los que tendrían que caer del cielo
Metros y metros de vendas

Aunque parezcas una momia
No importa
Sostené el vendaje
Sostené la piel

martes, 5 de noviembre de 2013

una canción para su cielo




Dicen que un día antes de partir supo que era su hora.
Que ya estaba.
Que estaba cansado.
Que la echaba de menos.
Hay que saber resolver las partidas con alguna precisión.
Seguirán en su cielo con el infiernito de dos?
Quizá se querían.
Seguramente se quisieron.
Y se odiaron también.
Y la vida llevó y trajo mientras duró el trajín: los dichos de uno, el silencio de otro.
No son palabras las que llegan a la hora del fin.
Son gestos.
Gestos leves pero ciertos en su precisión.
Por eso decimos que irse un día después de la partida de ella entraña un gesto.
Un gesto es algo que alguien lee.
La muerte es un basural plagado de gestos inútiles.
Pero ciertos.

Va una melodía y un diamante para su cielo.

viernes, 1 de noviembre de 2013

tocarle el culo a los poetas



La poesía está indispuesta
No sufre de sangrados, no
No la aqueja ningún ciclo
Ni natural ni sobrenatural
Más bien sus arrendatarios, los poetas
Presentan indisposiciones varias



No es porque sean afectos a las copas
A las angustias
O al insomnio
Cosas que como todos saben
Forman esa sopa espesa
En la que de vez en cuando
Fermenta algún verso

Quiero decir
Indispuestos
Indisponibles
En sus altas casas
Celosos guardianes
De lo que hicieron templo

Como todos saben
Lo sagrado es asunto de los dioses
Consagrados los veo, cual sacerdotes
Al uso divino
A la ceremonia vacua
Donde beben té
Y mojan sus palabras
Como galletitas
En la tibia taza
En la tibia ronda
Donde ellos y sólo ellos
Se leen

A veces entro al círculo
Con los pies con barro
Con el traje poético
que me tira de un lado
o me sobra de otro
en suma, a medio hacer
Siempre a medio hacer

Profanando, así me siento, profanando

Hay que profanar
Dicen algunos
Abrir la posibilidad
Volver a disponer de las cosas
Tirar las palabras a la mesa
Ponerse a jugar
Transformar la poesía en juguete

Hay un contagio profano cuenta Benjamín
“un tocar que desencanta y restituye al uso
 lo que lo sagrado había separado y petrificado”

Hay que pasar y tocarles las palabras
Como quien les toca el culo
Y después salir corriendo
Ya está sucia
Esa palabra ya está sucia
Ya no es más sagrada
Esa palabra ya fue infectada


Que den su dulce
Que jueguen
O se jodan


De nuevo
La poesía se dispone